Reporte.- Del discurso al hecho, hay una gran distancia y justamente la Sra. Dina Boluarte no podría ser un buen ejemplo porque del dicho al hecho hay mucho trecho, hay una gran desconfianza del pueblo debido al pasado que habla en sí de la hoy presidenta. Boluarte empezó su discurso reconociendo los compromisos incumplidos en campaña sin tener el resultado debido, cuestiono los actos violentistas que serían agitados por elementos extraños y que tendrían financiamiento con armamentos y municiones ingresados por el sur, Boluarte resalto la pérdida del valeroso policía que perdió la vida o el infante que falleció por no llegar a tiempo al centro de salud y culpo a los violentistas que solo generan destrucción e inestabilidad. Indico.
la prensa adepta al régimen de doña dina resaltó el perdón con acusación.
En un momento pidió perdón, pero acuso y responsabilizó de la crisis a los violentistas, recomendó a los pobladores a no caer en la tentación de los azuzadores que solo siembran el caos y generan pérdidas económicas en todos nosotros. Boluarte también aseveró en su discurso que no piensa renunciar a su puesto como lo han solicitado gobernadores regionales y organizaciones sociales. Aseguró que tampoco puede ella misma cerrar el Parlamento.
acuso que hay injerencia extranjera para financiar los paros con armamento y municiones.
No voy a renunciar. Mi compromiso es con el Perú y no con ese grupo minúsculo que está haciendo sangrar a la patria. Así podremos dejar el camino allanado y definido que les permitirá a los ciudadanos elegir a las nuevas autoridades en los próximos comicios de manera libre y democrática. Esos sectores extremistas piden en su plataforma política algunos puntos como el cierre del Congreso, pero no le dicen a ese pueblo que llevan a la marcha con engaños y mentiras que el presidente no puede cerrar el Parlamento sino se cumplen ciertas condiciones que en esta oportunidad no existen, manifestó. Por otro lado, la presidenta anunció que ha dispuesto el fortalecimiento de las oficinas de diálogo de todo el Ejecutivo, a fin de promover un “diálogo sincero, directo, efectivo y con resultados concretos” con la población.