Redacción.- Las declaraciones de la Sra. Dina Boluarte como presidenta del país, de enviar a todos los cabecillas de las bandas criminales al penal de challapalca en Tacna, no es otra sentencia condenatoria a los pueblos del sur que le son contrarios al régimen de su gobierno, sin presentar una estrategia y tenido el mando del país no se refleja la labor de los estamentos que rigen el sistema de seguridad, según el reporte e informe de los datos extraídos sobre la actual situación de los penales estos son infrahumanos y de un caos generalizado.
Ante esta triste realidad los gobiernos de turno no saben como cambiar esta realidad en donde se refleja un alto nivel de actos delincuenciales sin control. Los datos estadísticos son un revés para las inversiones extranjeras debido a la alta inestabilidad, jurídica, social y económica en el país. Existe un reciente reporte del congresista Isaac Mita quien revela las tristes condiciones no solo de la infraestructura de los penales si no de los procesos en si que cada interno aun no encuentra solución a su demanda.
“Los datos estadísticos son un revés para las inversiones extranjeras”.
Los penales en Perú enfrentan problemas de sobrepoblación, lo que afecta las condiciones de vida de las personas privadas de libertad. Entre los 68 establecimientos penitenciarios del país, 49 reportan tasas de hacinamiento crítico, superando en muchos casos el 100% de su capacidad y, de forma aún más alarmante, algunos llegan a sobrepasar el 200%, 300%, 400% y hasta el 500%.
Este fenómeno no es reciente, sino que forma parte de una problemática persistente que ha plagado al sistema penitenciario peruano durante años. “El hacinamiento en las cárceles del Perú no es un tema actual, es una realidad latente”, se lee en la tesis ‘El hacinamiento penitenciario en Perú: la vulneración sistemática de derechos fundamentales de los internos’.
La raíz de este problema se atribuye no solo a la falta de infraestructura y la insuficiencia de establecimientos adecuados para satisfacer la demanda, sino también a un fenómeno conocido como populismo punitivo. Este último término hace referencia a un enfoque en el que se prioriza la imposición de penas severas sin el debido acompañamiento de políticas que promuevan la rehabilitación y la reinserción social de los convictos.
Sobrepoblación
- En febrero de 2024, había 52,966 presos que no tenían espacio en los 68 establecimientos penitenciarios del país.
- El hacinamiento genera tensión en los penales y afecta los mecanismos de control y vigilancia.
- El hacinamiento afecta especialmente a grupos de especial protección como mujeres, personas con discapacidad, y personas adultas mayores.
Consecuencias del hacinamiento
- El hacinamiento limita el acceso a la salud y a la educación.
- El hacinamiento dificulta la resocialización y la reinserción a la sociedad.
Sistema penitenciario peruano
- El Instituto Nacional Penitenciario (INPE) es el ente rector del sistema penitenciario.
- El sistema penitenciario peruano tiene como objetivo la resocialización de las personas condenadas.
- Los regímenes penitenciarios aplicables son: régimen cerrado, régimen semiabierto y régimen abierto.
Reincidencia delictiva
- En Perú, la reincidencia delictiva es del 25%.
A ello se suma la ausencia de instalaciones sanitarias adecuadas y las pésimas condiciones de vida dentro de los penales, que agravan aún más la crisis en el sistema penitenciario. En el top de los penales peruanos con más del triple de reclusos se encuentran el del Callao, Chanchamayo, Quillabamba, Abancay, Camaná, Miguel Castro Castro, Huancavelica, Pucallpa, Tacna y Huanta. | Foto: INPE
Las consecuencias de la sobrepoblación carcelaria en Perú van más allá de las meras cifras y se traducen en riesgos significativos para la salud y la seguridad tanto de los internos como del personal penitenciario. La situación demanda una respuesta inmediata y efectiva que involucre tanto a las autoridades del ámbito penitenciario como a la sociedad civil y a organismos internacionales comprometidos con la defensa de los derechos humanos.
El gobierno peruano se enfrenta a un desafío que requiere medidas urgentes y sostenibles. La construcción de nuevos establecimientos penitenciarios, la revisión de las políticas de sentencias y la promoción de alternativas al encarcelamiento para delitos menores, son algunas de las acciones necesarias para mitigar el hacinamiento y mejorar las condiciones de vida en las cárceles. Sin embargo, también es fundamental abordar el problema desde una perspectiva de derechos humanos, garantizando que la reforma del sistema penitenciario se rija por principios de justicia, equidad y respeto a la dignidad de todas las personas. Infobae.